Quien tiende las manos, quien da el calor
y quien no pide nada, sabe de amor.
Quien cada mañana saluda alegre al Sol,
quien es fuerte, quien vive sabe de amor.
Quien no se retira, quien cuida con calor,
quien no cierra las puertas sabe de amor.
Quien siempre espera del otro lo mejor
y quien nunca se cansa sabe de amor.
Quien tiene en su vida solo una obsesión,
quien acoge las cargas sabe de amor.
Quien tiene escondida su fuerza en una cruz,
es que ha recibido de Dios esa luz.
Quien fuerte proclama que Dios es Salvador,
es que ha conocido que Dios es amor.