Paz, Señor, en el cielo y la tierra
Paz, Señor, en las olas del mar,
Paz, Señor, en las flores que mueve
sin saberlo la brisa al pasar.
Tú que haces las cosas tan bellas
y les das una vida fugaz,
pon, Señor, tu mirada sobre ellas
y devuelve a los hombres la paz.
Hoy he visto, Señor, en el cielo
suspendidas de un rayo de luz
dos palomas que alzaron el vuelo
con las alas en forma de cruz.
Haz que vuelvan, Señor, a la tierra
las palomas que huyeron, Señor,
y la llama que enciende la guerra
se confunda con la paz y el amor.