Juntos nos acercamos a esta
mesa para ofrecer,
todo lo que tenemos es para Ti.
Es nuestra vida, nuestra esperanza,
nuestro dolor y amor,
deja que nuestras manos lleguen a Ti.
El pan que es tierra fruto y trabajo,
tu cuerpo ya será,
dánoslo y nuestra vida renacerá.
El vino convertido en tu sangre
dánoslo a beber,
y se hará fecundo nuestro dolor.
Como el pan y el vino
que se transforman en este altar,
transforma nuestras vidas
y nuestro hogar.