Abro mi ser y alzo mis manos y mi voz hacia Ti.
Quiero rendirme y entregarme a tu voluntad.
Mi corazón se abre a la voz
de tu espíritu de amor.
Mi alma canta de gozo, mi alma canta de gozo,
mi alma canta de gozo en Ti, Señor. (Bis)
Sacia la sed de tu palabra
que hay en mí, ¡oh! Jesús.
No me abandones ni me dejes
pues confío en Ti.
…
Dame la luz de tu mirada,
mírame, ¡oh! Jesús.
Cambia mi vida con tu fuerza
y yo te alabaré.