Oración P. Granada

Los deseos y mandatos de Jesús

Os doy un mandamiento nuevo, que os améis unos a otros;
igual que yo os he amado, amaos también entre vosotros.
En esto conocerán que sois discípulos míos,
en que os amáis unos a otros (Jn 13, 34-35).

Este es el mandamiento mío,
que os améis unos a otros
como yo os he amado (Jn 15, 12-13).

Tengo que saber, se me tiene que revelar,
cómo Jesús nos ha amado.
Tengo que saber, se me tiene que revelar,
quién es el Señor Jesús.

Todos los mandamientos de Dios y todos
sus intereses están centrados en este
mandamiento del Amor.
Todos los mandamientos de Dios arrancan del amor.
Su realización se consuma en el amor.
Al practicar este mandamiento, todos
los demás los estoy practicando.
Preceptos, mandamientos e imposiciones que
no se desprenden de este mandamiento son malos.
No puedo someterme a ellos.

Dios transige, permite el pecado, porque de lo
contrario se seguiría un mal mayor: nos privaría de la libertad.
Yo tendré que transigir a semejanza de Dios.
Las imposiciones malas coartan mi libertad, y Dios me exige que sea libre.
Si voy profundizando en oración, me realizaré en el mandamiento del amor
y me experimentaré más libre, que así lo quiere Dios.
El asimilar y practicar este mandamiento es lo que me salva.

Es imposible que yo me salve. Es decir, no puedo asimilar
ni practicar el mandamiento del amor.

PERO DIOS LO PUEDE TODO (Mt 19, 26).

Acertemos a dar gracias a quien todo lo puede.

Hagamos gracias a Dios. Que le caigamos en gracia.

Peticiones

BUSCAR, AMAR, SEGUIR LA VERDAD

1ª. AUMENTO DE FE, ESPERANZA Y CARIDAD.

 

2ª. POBREZA:

  1. Espíritu de oración.
  2. Espíritu de trabajo.

 

3ª. HUMILDAD

Humillaciones, para que Tú, Señor, me reveles la verdad de lo que soy.

  1. Soy pecador. He pecado contra Dios.
    «Contra ti, contra ti sólo pequé».
    «Tengo siempre presente mi pecado». (David. Sal. 51)
  2. Tengo pasiones miserables: sensualidad, vanidad.
  3. Soy limitado:

No puedo. Que al no poder me dé cuenta de que no puedo por lo limitado que soy.

SEÑOR, QUE ME CONOZCA A MI, QUE TE CONOZCA A TI (S. Agustín).

3ª. HUMILDAD

Humillaciones, para que Tú, Señor, me reveles la verdad de lo que soy.

  1. Soy pecador. He pecado contra Dios.
    «Contra ti, contra ti sólo pequé».
    «Tengo siempre presente mi pecado». (David. Sal. 51)
  2. Tengo pasiones miserables: sensualidad, vanidad.
  3. Soy limitado:
    No puedo. Que al no poder me dé cuenta de que no puedo por lo limitado que soy.

SEÑOR, QUE ME CONOZCA A MI, QUE TE CONOZCA A TI (S. Agustín).

 

4ª. TEMOR DE DIOS

  • Que no tenga miedo de Ti, porque eres Bueno.
  • Que tenga miedo de mí, porque soy capaz de ser malo.

 

5ª. CAER EN MI SITIO

 

6ª. COMPETENCIA Y HONRADEZ PROFESIONAL.

7ª. POR MIS PADRES Y HERMANOS.

Para los casados:

  • Profundidad y ternura conyugal.
  • Con los hijos: que sepa mandarles pocas cosas, acertadas y acertadamente; que los ame desinteresadamente; que mis hijos crean en mí, en mis palabras y obras. Don de consejo.
  • Por mi mujer (marido) y mis hijos.

Para los jóvenes:

  • Que vaya asimilando el sentido de responsabilidad.
  • En familia, respeto y amabilidad.
  • Dar con mi novia (novio).

 

8ª. POR LA IGLESIA (EL PUEBLO DE DIOS).

Por el Grupo. Por el Papa, por los obispos, por los sacerdotes.

POR TODOS LOS HOMBRES QUE ANDAN POR LA TIERRA.

Por la PAZ en el mundo.

«DESPUÉS DE ESTA VIDA,

DIOS MISMO SERA NUESTRO LUGAR» (S. Agustín)