Cuando pienso en tu amor y en tu fidelidad,
no puedo hacer más que postrarme y adorar.
Cuando pienso en cómo he sido
y hasta dónde me has traído,
me asombro de Ti.
Y no me quiero conformar,
he probado y quiero más.
Yo quiero enamorarme más de Ti,
enséñame a amarte y a vivir.
Conforme a tu justicia y tu verdad,
con mi vida quiero adorar.
Con todo lo que tengo y lo que soy,
todo lo que he sido te lo doy.
Que mi vida sea para Ti
como un perfume a tus pies.
Cuando pienso en tu cruz
y en todo lo que has dado,
tu sangre por mí, por llevar mi pecado,
cuando pienso en tu mano,
que hasta aquí hemos llegado
por tu fidelidad.
…