Hablar sobre Dios
no se agota en las palabras.
Proclamar a Dios
es vivir de un modo distinto,
es atender al otro, mirar afuera,
acariciar al roto, perdonar siempre.
Pues hablar sobre Dios,
si solo son palabras
es como hablar del agua.
El agua debe beberse,
debe dejarse correr sobre la cara,
debe ponerse en los tiestos de las plantas,
navegarse, zambullirse. (Bis)
Hablar sobre Dios no es suficiente,
es Dios quien habla por ti cuando le dejas.
82 Hablar sobre Dios
Por Pelayo Sanchez
Acordes